jueves, 12 de abril de 2012

LA IMPORTANCIA DE LA MOTIVACIÓN EN EDUCACIÓN INFANTIL

Mª Carmen Morón Macías

1.- LA MOTIVACIÓN Y SU IMPORTANCIA

La motivación es una atracción hacia un objetivo que supone una acción por parte del sujeto y permite aceptar el esfuerzo requerido para conseguir ese objetivo.

La motivación está compuesta de necesidades, deseos, tensiones, incomodidades y expectativas. Constituye un paso previo al aprendizaje y es el motor del mismo.

La ausencia de motivación hace complicada la tarea del maestro/a. También decir que la falta de motivación por parte del alumno/a queda a veces fuera del alcance del maestro/a.

La motivación escolar es un proceso psicológico que determina la manera de enfrentar y realizar las actividades, tareas educativas y entender la evaluación que contribuye a que el alumno/a participe en ellas de una manera más o menos activa, dedique y distribuya su esfuerzo en un período de tiempo, se plantee el logro de un aprendizaje de calidad o meramente el cumplimiento de sus obligaciones en un contexto del que trata de extraer y utilizar la información que le permita ser eficaz.

Es frecuente encontrarse con la queja de muchos maestros y maestras de que sus alumnos/as no tienen interés por aprender, que no se esfuerzan ni parecen mostrar interés por lo que la escuela les ofrece. La cuestión es saber qué hay en el contexto inmediato o remoto, que define el significado de la actividad escolar para el alumno/a, que resulte motivante para algunos alumnos/as o para un alumno/a en determinados momentos y desmotívante para otros, y por qué.

La forma de organizar la actividad, el tipo y forma de interacción, los recursos, los mensajes que el maestro/a transmite, la evaluación,... unas veces motivan a los alumnos/as y otras no. Idea que determina la motivación -la aceptación o rechazo de la tarea, la persistencia en la realización de la misma o el retorno reiterado a ella sin que medie fuerza coercitiva alguna-. Este hecho ha llevado a los psicólogos/as a estudiar qué tipos de motivación y metas persiguen los alumnos/as, de qué modo influyen en su comportamiento y qué variables contextuales influyen en que se perciba en un momento dado la consecución de unas como más viables que las otras.

2.- LOS TIPOS DE MOTIVACIÓN

Antes de explicar los distintos tipos de motivación debemos comentar que éstos se basan en los factores internos y externos que engloban al alumno/a.

Podemos clasificar la motivación y metas que los alumnos/as persiguen y que determinan su modo de afrontar las actividades escolares en cuatro tipos:

2.1.- Motivación intrínseca

Relacionada con la tarea. La asignatura, tema o centro de interés que en ese momento se está estudiando despierta el interés. El alumno/a se ve reforzado cuando comienza a dominar el objeto de estudio.

Distinguimos, a su vez, tres tipos:

a) Experimentar que se ha aprendido algo o que se va consiguiendo mejorar y consolidar destrezas previas, el deseo de incrementar la propia competencia.

b) Experimentar que se está haciendo la tarea que se desea hacer para su interés, sino porque uno lo ha elegido. La experiencia emocional que produce la percepción más o menos consciente de este hecho es gratificante.

c) Experimentarse absorbido por la naturaleza de la tarea, superando el aburrimiento y la ansiedad, por lo ella tiene de novedoso y revelador sobre algún aspecto de la realidad o sobre uno mismo.

2.2.- Motivación relacionada con el “yo”

Relacionada con el autoconcepto y la autoestima. Al intentar aprender y conseguirlo vamos formándonos una idea positiva de nosotros mismos, que nos ayudará a continuar con nuestros aprendizajes. Las experiencias que tienen los alumnos/as van formando poco a poco el autoconcepto y la autoestima. Es el deseo constante de superación, guiado siempre por un espíritu positivo. Esta situación hace que los niños/as busquen una de estas dos metas:

a) Experimentar que es mejor que otro o, al menos, que no se es peor que los demás. Equivale a experimentar el orgullo que sigue al éxito en situaciones competitivas.

b) No experimentar que se es peor que otros. Equivale a evitar la experiencia de vergüenza o humillación que acompaña al fracaso.

Son parcialmente independientes, se trata de metas cuya consecución no tiene importantes repercusiones sobre la autoestima y el autoconcepto.

2.3.- Motivación centrada en la valoración social

Relacionada con la aceptación y la aprobación que se recibe por parte de las personas que el alumno/a considera superiores a él. La motivación social manifiesta en parte una relación de dependencia hacia esas personas. Esta situación hace que los niños/as busquen una de estas dos metas:

a) La experiencia de aprobación de los padres/madres, maestros/as u otros adultos importantes para el alumno/a y la evitación de la experiencia opuesta de rechazo.

b) La experiencia de aprobación de los propios compañeros/as y la evitación de la correspondiente experiencia de rechazo.

La consecución de estas metas puede ser instigadora importante de la motivación por conseguir los objetivos académicos, si bien cuando es la única fuente de motivación, éstos adquieren valor instrumental.

2.4.- Motivación relacionada con la consecución de recompensas externas

En este caso estamos hablando de los premios, regalos que se reciben cuando se han conseguido los resultados esperados. Este tipo de metas (conseguir un premio, un regalo, etc.) tampoco se relaciona directamente con el aprendizaje o el logro académico, aunque pueden y suelen utilizarse para instigarlo.

3.- ¿CÓMO MOTIVAR AL ALUMNO/A?

Para saber como motivar debemos tener en cuenta algunos de los siguientes aspectos:

Explicar a los alumnos/as los objetivos educativos que tenemos previstos para esa sesión.

Justificar la utilización de los conocimientos que les intentamos transmitir con las actividades que les vamos a plantear.

Plantearles las actividades de forma lógica y ordenada.

Proponerles actividades que les hagan utilizar distintas capacidades para su resolución.

Tomar los errores como nuevos momentos de aprendizaje y como momentos enriquecedores.

Fomentar la comunicación entre los alumnos/as y las buenas relaciones, realizando tareas de grupo.

Plantear el razonamiento y la comprensión como la mejor herramienta para la resolución de actividades y conflictos.

Aplicar los contenidos y conocimientos adquiridos a situaciones próximas y cercanas para los alumnos/as.

Algunas pautas que pueden guiar los modos de actuación de los profesionales en Educación Infantil en su relación con los educandos:

a) Organización de la actividad en grupos, a fin de que la consecución del incremento de la propia competencia adquiera además significado como contribución a la consecución de las metas del grupo, lo que puede facilitar el altruismo.

b) Dentro de los límites irrenunciables impuestos por la naturaleza de la actividad a realizar y por los objetivos de aprendizaje a conseguir, dar el máximo de opciones posibles de actuación para facilitar la percepción de autonomía.

c) Centrar los mensajes a dar antes, durante y después de la tarea en los siguientes puntos:

Antes: Orientar la atención de los sujetos hacia el proceso de solución más que hacia el resultado.

Durante: Orientar la atención de los sujetos hacia la búsqueda y comprobación de posibles medios de superar las dificultades, para que eviten pensar que no las pueden superar.

Después:

1. Informar sobre lo correcto o incorrecto del resultado, pero centrado la atención en el proceso seguido y en el valor del incrementado de competencia logrado, si el resultado ha sido un éxito.

2. Facilitar la atribución de los resultados a causas percibidas como internas, modificables y controlables, especialmente si son fracasos.

d) Organizar las evaluaciones a realizar durante el curso de modo que los sujetos se centren no en comparar su ejecución con la de otros sujetos, sino en la búsqueda en ellas y a partir de ellas de información que facilite la consecución de nuevos aprendizajes.

e) Dado que la falta de esfuerzo puede deberse a la percepción objetiva de falta de capacidad para autorregular la propia conducta durante el proceso de aprendizaje, facilitar el desarrollo de tal capacidad mediante la enseñanza explícita de los procesos de pensamiento relevantes.

4.- SISTEMAS DE MOTIVACIÓN INFANTIL

Es fundamental que cualquier tipo de sistema de motivación esté centrada en los intereses y necesidades de los niños/as.

En educación infantil, algunos de los sistemas de motivación más adecuados son los siguientes:

a) Cuentos, canciones, poesías. Recursos muy motivadores que hacen que todos los niños/as participen.

b) Láminas decorativas. Al describirlas en clase, todos quieren comentar qué ven en ellas, en qué se parecen a algo suyo…

c) Charlas en la asamblea. Nuestro entusiasmo al hablar con ellos es una de las cosas que les incita a realizar las tareas que les encomendamos lo mejor posible. Además en ellas, los niños/as quieren aportar sus ideas, inquietudes, sus historias, anécdotas… así, se hacen partícipes de la vida escolar.

d) Premios. A veces hay que recurrir a ellos para que su trabajo se vea realmente recompensado. Para ello, podemos elaborar diplomas (“al niñ/a más trabajador/a”...), utilizar pegatinas, regalitos... y sobretodo muchos mimos y caricias, ya que al sentirse queridos quieren realizar el trabajo lo mejor posible para que “su señorita esté contenta”.

e) La sonrisa. Cada vez que un niño/a acaba la tarea asignada correctamente podremos dibujar una gran sonrisa como premio por su buen trabajo realizado.

f) Marionetas. Son un instrumento de grandes posibilidades para la estimulación del lenguaje, la creatividad, la imaginación... Su utilización permitirá que niños/as afiancen contenidos aprendidos y actitudes que han de adquirir. Ej. “Ramón es un niño muy malo que como no se portaba bien, un hada lo convirtió en león y siempre está llorando porque no se puede bañar y huele muy mal…..”.

5.- CONCLUSIÓN

Despertar el interés de los alumnos puede ser algo que se torne un poco complicado en algunas ocasiones y contextos. Los maestros deben emplear recursos, técnicas, dinámicas, juegos y demás herramientas para poder conseguir la motivación de sus alumnos respecto el tema que se está dando.

Al ser la motivación un acto volitivo del ser humano, algo que depende de la voluntad de las propias personas, el papel del docente es crucial. Cuando estos consiguen crear un entorno de estudio agradable, donde los alumnos se sientan participes y a gusto, la aparición de la motivación de ellos será algo más fácil de lograr.

Tal como se afirma, “la motivación no se activa de manera automática ni es privativa del inicio de la actividad o tarea, sino que abarca todo el tramo de la enseñanza”. Tanto el docente como el alumno deben realizar acciones; antes, durante y después, para que persista o se aumente una disposición favorable para el estudio.

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